La primera conmemoración publica del
día internacional de los trabajadores en nuestro país tiene lugar el 1 de
Mayo del año 1890, apenas 4 años después de los trágicos sucesos de Chicago
que dieran origen y significación a la fecha.
Aquellos pioneros luchadores obreros
convocaron a la manifestación callejera con un humilde volante en el que se
podía leer: “Hoy primero de Mayo de 1890 se invita a todos los obreros de
Montevideo a asociarse a la huelga universal. Se os invita para la Protesta
contra la explotación del hombre por el hombre”, firmaba el llamamiento la
Comisión Organizadora.
El acto se desarrollo en la
intersección de las calles 18 de Julio y Olimar (actual Germán Barbato), a la
concentración asistieron algunas decenas de personas.
A pesar de la modesta concurrencia
la prensa de la época registro el acontecimiento y el digno esfuerzo de
aquellos trabajadores fue retomado en años posteriores hasta convertir al 1
de Mayo en una de las fechas de mayor significación para el mundo del trabajo
en nuestro país.
Los sucesivos primeros de Mayo se
convirtieron en jornadas de genuina lucha obrera en donde los trabajadores
ganaban las calles y plazas para tomar la palabra. Eran días en donde “el
sudor desplazaba al perfume”.
Las diferentes corrientes de opinión
del movimiento obrero y sus diversas expresiones sociales y políticas hacían
sentir sus reclamos y el eco de sus justas demandas se multiplicaban al paso
de las columnas de trabajadores.
Resulta materialmente imposible en
los limites de este articulo reseñar en detalle las características y
particularidades de cada acto del día de los trabajadores.
No obstante, vale la pena recordar
de modo arbitrario y fugas algunos de los episodios más salientes de esta
rica historia.
Un punto álgido de la combatividad
obrera se expresa en el 1 de Mayo de 1923. Al pasar la marcha por la Avenida
18 de Julio, cientos de manifestantes expresaron su indignación apedreando un
bar que permanecía abierto, la acción obrera de escarmiento motivo una
furiosa represión policial con el saldo de dos muertos, un trabajador y un
policía ambos fueron ultimados a balazos durante la reyerta.
Años mas tarde, en 1933, durante la
resistencia a la dictadura de Terra son asesinados los militantes populares
Idalecio Lujambio y Julia Scorino.
En los años posteriores fue
construyendo herramientas unitarias en medio de fuertes polémicas y
enfrentando feroces escaladas represivas.
Hacemos un salto en la historia para
detenernos en uno de los episodios de mayor tensión a la interna de las organizaciones
sindicales, se trata de los debates en torno al carácter del 1 de Mayo del
año 1973.
Los sectores mayoritarios de la CNT
pretendían imprimirle a esta conmemoración un carácter festivo, estaba
previsto que el acto comenzara con un desfile de caballería gaucha y
posteriormente mas de 500 escolares harían lo propio con sus flamantes
túnicas y se instaba a los sindicatos a participar con carros alegóricos que
representaran los distintos oficios.
Las cárceles estaban desbordadas de
luchadores sociales y la tortura era el destino seguro de cientos de
activistas.
La Tendencia Combativa y otros
sectores de la izquierda política enfrentaron esta absurda decisión y
convocaron a un Primero de Mayo de Lucha.
En un volante editado por la ROE
(Resistencia Obrero Estudiantil) en ocasión de la mencionada polémica se dice
con claridad y contundencia: “Ya celebraremos un primero de Mayo de alegría.
Será cuando con la Lucha de todos derrotemos al enemigo de clase y
construyamos el poder popular en nuestra patria libre y socialista”.
Durante los oscuros años de la
dictadura cívico militar el movimiento obrero se constituyo en un pilar de la
resistencia. Desde la heroica huelga general de 15 días en adelante miles de
trabajadores enfrentaron la cárcel, la clandestinidad, el exilio, la tortura,
la desaparición y la muerte.
En el curso de los terribles años de
la salvaje represión, los trabajadores siempre se ingeniaron para recordar el
1 de Mayo, aveces en un clandestino asado o partido de fútbol, otras en un
acto “cultural” y hasta en una parroquia los obreros se juntaban para rendir
merecido homenaje a los mártires de Chicago y par exigir el fin de la
dictadura.
No hubo un solo año en el que de un
modo u otro no se haya recordado el día internacional de los trabajadores.
En el amanecer de la década del 80,
la resistencia avanza y el movimiento obrero comienza su reorganización bajo
el impulso de una nueva generación de militantes y dirigentes sindicales.
Este proceso da origen al PIT (Plenario Intersindical de Trabajadores).
Quedara para siempre grabado en la
mejor historia de la clase obrera uruguaya el acto del 1 de Mayo de 1983 en
donde más de 200.000 personas salieron a la calle por Libertad, Trabajo,
Salario y Amnistía.
Esta formidable expresión de pueblo
abrió el camino para el obeliscazo de 400.000 personas y para el paro general
de 24 horas del 18 de Enero de 1984, el primer paro general luego de 11 años
de dictadura.
Desde la recuperación de algunas libertades
democráticas hasta nuestros días la historia es ampliamente conocida, a este
respecto señalaremos simplemente que la clase obrera estuvo y estará en
primera fila a la hora de defender la libertad y delinear los caminos de la
sociedad sin opresión.
Abrigando la esperanza de que esta
incompleta reseña contribuya al esclarecimiento y el desarrollo de la
conciencia clasista de los trabajadores de nuestro gremio, consideramos de
utilidad cerrar estas líneas citando textualmente el llamamiento de los obreros
norteamericanos en los días previos al 1 de Mayo de 1886.
El documento de los trabajadores de
Chicago con el que convocaban a la huelga sostenía: “¡Un día de rebelión, no
de descanso!. Un día no ordenado por las voces jactanciosas de las
instituciones que tienen encadenado al mundo del trabajador. ¡Un día en que
el trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas!. Todos
sin el consentimiento ni aprobación de quienes oprimen y gobiernan.
Un día en que con tremenda fuerza la
unidad del ejercito de los trabajadores se moviliza contra los que hoy
dominan el destino de los pueblos de toda la nación.
Un día de protesta contra la
opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo.
Un día en que comenzar a disfrutar
ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé
la gana”.
.Gustavo Lopez
|
LOS PRIMEROS DE MAYO EN URUGUAY
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